Crucero fluvial por el Canal du Midi

¡Todo el mundo a bordo, zarpamos en breves minutos!
Embarcamos con Elena, ganadora de nuestro concurso Facebook Le Boat, el lider europeo del turismo fluvial en abril 2012.  

Elena, la ganadora de un crucero fluvial en Francia con Le Boat
 Me apetecía muchísimo este crucero por el Canal de Midi  ganado en el concurso organizado por Atout France y patrocinado por la empresa Le Boat, pues aunque  he navegado mucho, siempre ha sido por mar y a vela, por  lo que un crucero fluvial era algo totalmente nuevo para mí.
Salimos de España desde Vizcaya, en el País Vascoun viernes para poder visitar algo en la región Aquitania en el Suroeste de Francia antes de coger el barco el  sábado.
Nuestra primera parada fue Hastingues (Departamento de las Landes), para ver la Abadía D’Arthous. Es un  templo de origen románico  con una imagen exterior francamente bonita, sobre todo el ábside repleto de canecillos con figuras alegóricas.
Abadía d'Hartous en Hastingues, Aquitania
Abadía d'Hartous en Hastingues, Aquitania
El siguiente alto en el camino fue en Sorde-l'Abbaye, también en el departamento de las Landes, para visitar la Abadía de Saint Jean, otro templo de origen románico declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.
 
De ahí fuimos a Pau, una ciudad que me encantó. Recorrimos el Boulevard des Pyrenées, con las  encantadoras terrazas de sus  bares, llenas de hamacas para sentarse a tomar algo mientras admiras el  espectacular paisaje de los Pirineos. Lógicamente también dimos una vuelta por la ciudad e hicimos una extensa visita al Castillo de Pau, que me pareció espectacular y grandioso. Su conservación es excelente y la decoración interior te traslada a otra época  llena de lujo y esplendor. Un detalle curioso que desconocía, es la concha de tortuga que sirvió de cuna al rey  Enrique IV.

La última parada fue en Toulouse en la región Midi-Pyrénées, donde aparte de recorrer los lugares más típicos de la ciudad, visitamos varias iglesias y por descontado la plaza del Capitolio. El edificio es precioso, pero su interior lo es más aún. Creo que quedé con la boca abierta de asombro al ver la belleza y grandiosidad del Salón de los Ilustres o los grandes murales y tapices de las otras salas. Si visitáis Toulouse no dejéis de ver las salas interiores del Capitolio… ¡Son espectaculares!

Por supuesto también es necesario visitar la basílica Saint Sernin, o el covento de los Jacobinos con sus inmensas columnas y esa bóveda estrellada que es una maravilla. Aquí te encuentras con la sorpresa de que la columna principal está rodeada de un espejo donde se refleja el techo, ¡os aseguro que es una imagen impactante!

Vista nocturna de Castelnaudary
A mediodía del sábado ya nos dirigimos hacia Castelnaudary en la región Languedoc-Roussillon donde llegamos sobre las 14:30.  El personal de Le Boat nos recibió con una amabilidad digna de mencionar,  pero como el barco no estaba preparado aún, fuimos a dar una vuelta por el pueblo y visitar la iglesia (si.,… ya sé que lo de visitar iglesias  raya en la obsesión, jejeje… pero siempre he pensado que la historia y el  arte de la vieja Europa se encuentra en una gran parte dentro de las iglesias).

Esa noche tomamos posesión del barco,  y tras las explicaciones sobre el mismo y su manejo que nos facilitó un empleado de Le Boat, organizamos la compra, cenamos a  bordo y  dormimos en el puerto para iniciar el viaje a la mañana siguiente.

Me asustaba un poco el tema de las esclusas, no por  considerar que fuera algo difícil, sino porque íbamos solo dos personas y me parecía que podía resultar un poco cansado tanta esclusa. La verdad es que se pasan sin problema… que es algo sencillo y además en esa zona todas ellas tienen  un esclusero que se encarga de  accionarlas,  pero es mucho mejor ir  un grupo de mayor tamaño para así turnarse en la maniobra de  bajar a tierra, cabos de amarre etc...etc..  
Además de que las juergas que vimos en otros barcos con más gente daban sana envidia.

¡Overbooking en una eclusa!
El recorrido por le Canal du midi es precioso, y navegar por el una delicia.


Sientes la naturaleza a tu alrededor, la tranquilidad y la ausencia de otros sonidos que no sean del viento, los pajaros o los múltiples patos que naden en sus aguas.


 Hubo un momento que vino a mi mente la película de  “La reina de África”, donde Humphrey Bogart y Katharine Hepburn  navegaban por el río casi cubierto por la vegetación.
En la primera parte del recorrido hacia Carcassonne, las esclusas están quizás demasiado juntas para mi gusto, pues no disfrutas de la navegación dado que Sales de una y a los 10 minutos ya tienes otra, pero una vez pasado Bram, la distancia entre ellas ya te permite más de una hora de navegación tranquila disfrutando del paisaje. Las esclusas cierran de 12:30 a 13:30, tiempo que aprovechamos para hacer un alto, amarrar, esta vez a un árbol,  y preparar algo para comer.
El barco está perfectamente preparado para hacer vida a bordo, con cocina y horno, armarios y utensilios de cocina suficientes, y una nevera que funcionaba a la perfección.
Este primer día estuvimos navegando hasta las 7 de la tarde, y dormimos en pleno canal amarrados a la orilla. El sistema para ello es clavar unas estacas de hierro en la tierra, y atar los cabos a ellas. 

No os podéis imaginar lo que es ver el cielo estrellado sin ninguna contaminación de luz más que la de la luna. ¡Grandioso! Y muy romántico si vais en pareja

A la mañana, tras preparar un opíparo desayuno, salimos de nuevo en camino de Carcassonne
Y aquí  llegó el momento de mi accidente. Al llegar a una esclusa la encontramos cerrada pues había otros barcos subiendo en dirección contraria, así que no quedaba otro remedio que esperar. Había bastante viento y mantener el barco quieto era prácticamente imposible, así que decidimos amarrarnos mientras esperábamos. El problema es que no existía la típica plataforma de madera que casi siempre hay antes de las esclusas, y buscando un lugar donde amarrar, vi una construcción de cemento, de una altura no superior a los 20 cm, y decidí  saltar a ella, con tan mala suerte que mi pié  aterrizó sobre el borde del cemento, se retorció y al agua golpeando ambas piernas contra el cemento. 
Resultado: un esguince y hematomas de un tamaño como para asustar a cualquiera.

La Cité de Carcassonne
Tras el susto y con medio cuerpo dolorido, seguimos el viaje hasta Carcassonne, donde dormimos en el puerto. Al día siguiente recorrimos la Cité de Carcassonne, es decir el  casco histórico  mundialmente conocido. La Cité de Carcassonne es una ciudad de cuento…. Bonita, acogedora, monumental, grandiosa  y tremendamente romántica. Aparte de los muchos monumentos como el Castillo Condal de Carcasonne, la Puerta Narbona, la Basílica Nazaire, las murallas...etc, pasear  por sus calles medievales llenas de tiendecitas de productos artesanales y de pequeños y coquetos restaurantes, es una delicia.
El Castillo Condal, Carcassonne
La Puerta de Narbona,  Carcassonne

La Basílica Saint-Nazaire, Carcassonne
Aunque nuestra idea era seguir hasta Homps, mi pie recomendaba regresar a casa lo antes posible, y así lo hicimos. Debo dar las gracias a la gran mayoría de los escluseros que encontramos en el camino de regreso, pues al ver mi cojera y el pie vendado, se ofrecieron no solo a ayudarme sino a llamar a la siguiente esclusa para que nos prestaran ayuda y evitar que yo tuviera que saltar del barco para hacer las necesarias maniobras.
Dormimos de nuevo otra noche amarrados a la orilla del canal cerca de Bram, disfrutando el espectáculo de una noche tranquila y cielo estrellado, y al día siguiente llegamos a Castelnaudary, dos días antes de lo previsto en nuestro plan de viaje a causa de mi accidente.

¿RESUMEN DEL CRUCERO? 

Veamos…. El barco es fácil de manejar y además tampoco hay que tener miedo a darle un golpe. Están preparados con refuerzos todo alrededor pues es algo normal, sobre todo en las esclusas,  que les des algún golpe.   
Como me dijeron en la empresa…“Si no le haces una vía de agua, tu tranquila”.
El  interior del barco es  una pasada: Amplio, bonito, bien decorado, cómodo y perfectamente equipado con todo lo necesario. El camarote de popa era casi una habitación de lujo y cada camarote tiene su baño con ducha y agua caliente.
El recorrido por el Canal du Midi una experiencia fantástica y tranquila, pero yo recomendaría una zona con menos esclusas si se trata de un grupo pequeño, para así disfrutar más de la navegación y del paisaje sin demasiado trabajo. ¡Si el grupo es grande, cualquier recorrido es bueno!


Una bonita experiencia que siempre agradeceré a  Atout France y a la empresa Le Boat por su magnífica atención.

©Fotografías de Elena.
 
Elena, sentimos que hayas tenido una mala experiencia durante tu viaje, aunque nos alegra que hayas disfrutado del crucero por el Canal du Midi! 

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1 comentario:

Anónimo dijo...

hermosas fotos del Canal du Midi! que bello lugar!